Iglesia de San Andrés
Texto de Patrimonio de Navarra
Es un discreto edificio situado entre construcciones adosadas a sus muros, que lo hacen todavía más inadvertido. Fue construida entre los siglos XVI y XVII. Al exterior, deslucida por los edificios colindantes, se presenta como una robusta construcción de traza horizontal que combina la piedra de sillería y el sillarejo enlucido.
Destaca la zona de los pies en la que se sitúa la fachada principal, restaurada en 2006, realizada en noble sillar. En la parte inferior de la misma se sitúa la portada renacentista del siglo XVI; encajada entre pilastras, tiene forma de medio punto, con cinco arquivoltas que descansan sobre capiteles de motivos vegetales y columnillas cilíndricas.
Sobre la portada, en un nivel intermedio, se abre un sencillo vano abocinado. Continúa la fachada, en un nivel superior, con un sobrio paramento de sillería, hasta llegar al campanario rematado en forma de espadaña. El cuerpo de campanas se abre mediante dos arcos de medio punto. Confieren sobriedad y robustez a la fachada, sendos pilares que la flanquean por cada costado. Los demás muros parroquiales son de sillarejo.
Internamente dispone una sencilla nave de doble tramos, amplio crucero de brazos rectos y cabecera poligonal. El sistema de cubiertas es sencillo y variado. Para los tramos de la nave se utilizan dos bóvedas de arista, para el crucero una sencilla cúpula sobre pechinas, los brazos del crucero se cubren mediante lunetos, mientras que sobre la cabecera se alza una bóveda de cascarón.
Retablo Mayor
Es una pieza moderna realizada para la zona de la cabecera en el siglo XX. De estilo ecléctico, presenta un banco sobre el que se alza un cuerpo de columnas corintias. La imaginería que se guarda en el retablo dedicada al patrono, San Andrés, y al patrón de Navarra, San Fermín, es contemporánea a la confección del retablo. Otros retablos menores, situados en el Evangelio y Epístola, son los dedicados a la Virgen del Rosario y Santa Catalina respectivamente. Ambos también son de estilo ecléctico y traza similar al mayor, realizados en el siglo XX.
Entre otros motivos del interior parroquial, destaca una pila bautismal de alabastro del siglo XVI, situada en la zona del Evangelio.